viernes, 19 de abril de 2013


El hiperrealismo de Ron Mueck se instala en París

El artista australiano reproduce cuerpos humanos de diferentes tamaños con todo lujo de detalles





El mundo del arte y los artistas que giran en torno a él nunca dejarán de sorprender al espectador de a pie. Desde el pasado 15 de abril la Fundación Cartier de París expone la obra del artista Ron Mueck. Hasta aquí no hay nada de nuevo, de extraño, pero si nos detenemos a analizar cuál es la obra de este australiano veremos su peculiaridad.
Canas, arrugas, imperfecciones de la piel, todo eso y mucho más es lo que podemos ver en las esculturas de diferentes tamaños, pero siempre lejos de los reales, de personas corrientes en aspectos de su cotidianidad.
El tamaño de las esculturas contrasta con la fragilidad del momento que representan, las más grandes suelen coincidir con las más vulnerables. Una joven pareja que parece compartir una confidencia, una madre que refugia a su bebé cubriéndolo con un chaquetón y apretándolo contra su pecho mientras carga con las bolsas de la compra o una pareja de ancianos tomando el sol son algunas de las obras que se podrán contemplar hasta el próximo 29 de septiembre.
La soledad, algo que nos asusta a muchos y les llena de paz a otros, es el tema principal de esta exposición, personajes que parecen querer escapar de las miradas curiosas de los allí presente. Este escultor que reside en Londres ha expuesto con éxito en países como Japón, Australia  y Nueva Zelanda pero apenas es conocido en Europa. Con motivo de esta muestra tan especial la fundación Cartier ha producido un documental sobre el trabajo diario en su estudio del artista dirigido por el fotógrafo Gautier Deblonde.
Ron Mueck no representa a sus personajes a tamaño natural ya que no busca retratarlos sino que quiere ser fiel y minucioso a la hora de plasmar la anatomía humana. Una obra que suscita en el espectador la idea de la inquietante relación que se da entre el cuerpo y la existencia. 
"A Mueck le interesa trabajar la empatía con el visitante, por eso sus obras intentan convertirse en un deliberado zoom sobre el mundo que nos envuelve” explica la Comisaria de la exposición, Grazia Quaroni.
Este australiano busca que todo aquel que se acerque a contemplar su obra pueda configurar su propia interpretación. Figuras turbadoras y conmovedoras que muestran una naturalidad contundente y que sin duda alguna no dejan indiferente a nadie. 




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